Casa Blanca
Historia
En 1762, año del sitio y toma de La Habana por los ingleses, ya existía el caserío de este nombre. Desde muchos años antes la real hacienda tenía allí un almacén para depositar los objetos que no cabían en los almacenes de La Habana. Después de 1763 se avecindaron allí navegantes de cabotaje y carpinteros de ribera destinados a las reparaciones de buques mercantes, llegándose a establecer varios talleres, además del que se creó para maestranza de la plaza.
Un incendio redujo todo a cenizas en el año 1785. En 1792, ya nuevamente crecido el caserío, el maestro de ribera José Tiscornia edificó un muelle y un carenero para buques menores; ejemplo que, seguido por otros maestros, dio como resultado que toda la parte oeste de su litoral marítimo se cubrió de arrimos entablonados de madera dura sobre horcones. Siguió la marina del gobierno con un almacén y carenero para guardacostas y se estableció una fábrica de pólvora, que duró poco tiempo. También se estableció allí una fábrica de clavos para hacerle la competencia a la importación de este artículo, pero el comercio la hizo fracasar. Tuvo también su pequeño hospital. Su iglesia se terminó en 1858.
En 1846 tenía 894 habitantes y contaba con 120 casas entre mampostería, madera, y embarrado y guano. En 1858 había llegado a 1,061 personas su población.
Nota: Algunos autores prefieren escribir Casablanca, en vez de Casa Blanca, como nosotros antes de esta revisión del 2005. Realmente en La Habana se pronuncia como Casablanca, sin embargo, los textos le asignan Casa Blanca. No deseamos ser tan formales, pero tratamos de seguir las reglas en lo que se puede.
El Cristo de Casablanca
Sobre el horizonte de la La Habana, en la colina de Casablanca, el Cristo nos contempla.
Se realizó una convocatoria para realizar la obra y Jilma Madera presentó su boceto que fue el seleccionado. Así se trasladó a Carrara, Italia, pues la obra se talló allí debido a que el mármol de esta región austral es de los mejores del mundo.
Como artista sumamente celosa quiso darle al Cristo la austeridad, el amor y la fuerza que lo colocaron al lado de los pobres de la tierra, como dijera Martí.
Fue en la navidad, el 25 de diciembre de 1958, cuando fue develada la estatua del Cristo. Con sus 15 metros de altura y un pedestal de 3, el Cristo de La Habana, es desde la mestiza expresión de su rostro y de sus formas, uno de los símbolos de La Habana, el registro de noches y días sobre el mar es canto entre el amor y la fe, la fe y la vida.
Desde hace más de medio siglo se empina esta estatua esculpida por las manos de una cubana, Jilma Madera, autora de otras piezas emblemáticas, como el Martí del Turquino.
Dentro de los espacios culturales enclavados en este Consejo tenemos el Centro Cultural Casa del Che en La Cabaña ubicado dentro del Complejo de Museos Históricos Militares, específicamente al Parque Histórico Militar Morro-Cabaña, en la Carretera del Cristo.
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